Una vez más hemos asistido impotentes a un brutal atentado terrorista que ha golpeado una ciudad europea: Barcelona.
Una ciudad a la que estamos muy unidos. Unidos a ella porque hemos ido muchas veces a entregar el DON de la VIDA a uno de los muchos hospitales allí situados.
Nos hemos quedado estupefactos y atónitos. Lo primero que hemos hecho ha sido controlar que nuestros voluntarios estuvieran bien.
Afortunadamente ninguno de los nuestros se encontraba allí.
Deseamos expresar nuestro afecto y nuestra solidaridad por las víctimas y heridos a toda la ciudad.
Estas continuas acciones de violencia y muerte minan nuestra tranquilidad y deseamos que todo esto termine cuanto antes.
Nuestra organización estará siempre preparada para salir hacia cualquier lugar del mundo para tomar en custodia los dones de la vida
y llevarlos a donde nos espera con ansia un enfermo que confía en un mundo y en una vVIDA mejores.
Hace años que damos vueltas por el mundo para llevar la VIDA y nos oponemos con fuerza a quien por el contrario quiere destruirla.
Esperamos que las autoridades, como por suerte ya ha pasado otras veces, sean capaces de neutralizar a estos bárbaros. Nosotros, por lo de ahora,
afrontaremos cada misión con cuidado y gran responsabilidad con el fin de asegurar a quien confía en nosotros, un futuro seguro.